La pintura en el románico

Pintura Mural y sobre tabla
La pintura mural se utilizó en el Románico para la decoración de las paredes de los templos. El procedimiento que se seguía era aplicar sobre la pared de piedra un recubrimiento de estuco o yeso, mientras aun estaba fresco se pintaba. La pintura en tabla decoraba altares y retablos se desarrollo en Cataluña y se utilizaba pintura al temple
La pintura utilizada se basaba en pigmentos de color diluidos en agua de cal, los colores más utilizados eran el rojo, amarillo, naranja y azul y el negro que era utilizado para delimitar las figuras.
La pintura románica se caracterizaba por ser figuras alargadas, sin perspectiva y son volumen. Las dimensiones dependerán de la importancia de la figura representada, además de una desproporción en manos y ojos por ser las partes del cuerpo más importantes espiritualmente.
Difusión
El origen de la pintura románica hay que entenderlo desde la óptica del resultado de un tiempo de cambio tras el derrumbamiento del Imperio Romano y el asentamiento de pueblos germanos en las tierras que controlaban en Europa Occidental y a una visón única del arte pues a pesar de que nosotros actualmente vemos las paredes de las iglesias románicas vacías estas estaban completamente pintadas, junto con la escultura también policromada.
Aunque algunas de estas pinturas se han podido conservar en los ábsides de las Iglesias ya que eran las pinturas que más se cuidaban. También ha habido programas de destinados a la restauración de las pinturas de las Iglesias del Románico que se encontraban tras altares puestos en épocas posteriores.
Las pinturas encontradas en España se han unido a dos corrientes la bizantina y la mozárabe. La pintura bizantina penetró sobre todo por Italia hacia Cataluña. La pintura mozárabe es la que mas difusión tuvo por toda la península especialmente en la actual Castilla y León.