domingo, 17 de enero de 2010

La Edad Media

LA SOCIEDAD MEDIEVAL: EL FEUDALISMO.

DEFINICIÓN. ASPECTOS GENERALES.
La organización social, política y económica basada en el feudo que imperó en la Europa Occidental entre los siglos IX y XV se denominó feudalismo. De un modo muy simple, se trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente por siervos que debían entregar en concepto de arriendo una parte de su producción a un señor. El conocido como “señor feudal”.
ANTECEDENTES
El sistema feudal europeo tiene sus antecedentes en el siglo V, al caer el Imperio romano. La incapacidad del emperador sumado a las numerosas incursiones de los pueblos bárbaros que atacaban y saqueaban las provincias más reiteradas del Imperio, provocó que el emperador necesitase contratar a nobles que defendieran sus grandes terrenos; éstos, a su vez, contratarían vasallos etc. A partir del siglo X no queda resto del Imperio sobre Europa. Al emperador no le queda otra que establecer pactos de vasallaje con los grandes señores. He aquí el germen.
A su vez la Iglesia Católica, conocedora de la fragilidad de los reinos y del poder que ella misma tenía, consagró a los señores como “jefes sociales” que debían procurar la paz, y sancionó con graves penas la desobediencia a esta norma. Se conforma así un modelo en el que los nobles adquieren determinados compromisos sobre la base de juramentos y deben proteger el orden y también a los eclesiásticos que forman la moral social.

CARACTERÍSTICAS GENERALES
El castillo, ubicado en la parte más alta del territorio, será la representación del poder del señor feudal. Posteriormente pasaría a ser el lugar de administración de justicia del territorio, la propia casa del señor, y el lugar de protección de los vasallos en momentos de conflicto. En los lugares donde los romanos se acercaron menos o con menor intensidad, el feudalismo se implantó con más fuerza.
La sociedad se encuentra dividida en tres órdenes “mandados por Dios”, y por tanto eran fronteras sociales que nadie podía cruzar. Serían los siguientes: los eclesiásticos (encargado de servir a Dios y salvar las almas; sin tiempo para otra tarea), la nobleza (su única misión es proteger a la comunidad y conservar la paz) y el Tercer Estado (con su esfuerzo y trabajo deben mantener a las dos otras clases). Los dos primeros estamentos o estados eran considerados “privilegiados” puesto que estaban exentos del pago de impuestos. El único que debía pagar impuestos era el Estado Llano.
Las dos instituciones claves eran el vasallaje y el feudo. El vasallaje era la relación jurídico-política entre señor y vasallo, con requisitos entre ambas partes consistente en el intercambio de apoyos y de fidelidades mutuas (entre las que destaca el “auxilium et consilium”, es decir, el auxilio o apoyo militar y consejo o apoyo político). Por otro lado, el feudo era la unidad económica y de relaciones sociales de producción entre el señor del feudo y los vasallos, no un contrato igualitario, sino una imposición violenta y justificada ideológicamente: protección a cambio de trabajo y sumisión. Por lo tanto hablar de relaciones feudo-vasalláticas implica hablar de un término de dos relaciones sociales de naturalezas distintas.
Otro término a tener en cuenta es el Homenaje y la Investidura. Era el “ritual” por el que un caballero concedía un feudo a otro caballero de menor rango a cambio de servicios y prestaciones generalmente de orden militar. Tras una ceremonia de Homenaje, se producía la Investidura (del Señor al vasallo) y que representaba la entrega de un feudo a través de un símbolo del territorio o de la alimentación que el señor debe al vasallo (un poco de tierra, de grano…). El señor feudal tenía derecho a pedir el feudo a su vasallo si éste no se comportaba convenientemente o mostraba algún signo de deslealtad (como las conspiraciones contra su Señor). El hecho de ser “infiel” (la felonía) era un lastre terrible en la reputación de un caballero.
Otra característica sería la Encomienda. La encomienda, encomendación o patrocinio eran pactos teóricos entre los campesinos y el señor feudal y que, raramente, daban lugar a un documento. El señor acogía a los campesinos en su feudo comprometiéndose a protegerles si eran atacados y a mantener el orden y la justicia en los límites de su territorio. A cambio, el campesino se convertía en su siervo y pasaba a una doble jurisdicción señorial: el señorío territorial (obligaba al campesino a pagar rentas al noble por el uso de la tierra) y el señorío jurisdiccional (convertía al señor feudal en gobernante y juez del territorio en el que vivía el campesino, por lo que obtenía rentas feudales de muy distinto origen). Aún así, hay que tener en cuenta que en el feudalismo no estaba muy claramente definida la diferencia entre propiedad y jurisdicción del feudo. Junto con el feudo, el vasallo recibía a los siervos que en él había, no como si fueran propiedad esclavista, pero tampoco tenían régimen de libertad.
Como monopolio señorial solían quedar las explotaciones de los bosques y la caza, los caminos y puentes, los molinos, las tabernas y las tiendas. Todo ello implicaba la obtención de una mayor renta feudal.



LOS ESTAMENTOS SOCIALES:
La sociedad medieval tiene una variedad muy concreta y perfectamente delimitada. Tanto que cada persona, desde el mismo momento en que nace, ya pertenece a un sector de la sociedad, desde el cuál difícilmente se sale. Estos sectores de la sociedad se llaman estamentos. La organización estamental, corresponde a una sociedad rígida, que quiere decir sin movilidad social. Básicamente son tres estamentos: La nobleza, el Clero y el Estado Llano. Otra forma de división corresponde al grupo de los privilegiados, dentro del cual estarían el Clero y la Nobleza, y el grupo no privilegiado, que estaría representado por el Estado Llano. Por otro lado, en la cúspide, fuera de todo estamento, se encuentra el Rey. No obstante, hay que aclarar que el poder del Rey será de muy diversa índole según el espacio al que nos refiramos. En determinados lugares, el poder de la nobleza será tan fuerte que eclipsará la autoridad real.

La Nobleza:
Forma la cima de la sociedad feudal. Es un estamento al que se pertenece por nacimiento. La nobleza, en términos teóricos, es la encargada de luchar para defender militarmente el territorio; son llamados también “bellatores” por ello. Se caracteriza por poseer, en la mayoría de los casos, poder económico, en todos los casos, un título nobiliario que acredite su patrimonio.Son los que establecen las relaciones de vasallaje con el estado llano, es decir con los campesinos, básicamente.
La nobleza está formada por señores y caballeros. Estos dos términos son una clasificación artificial, para entender que los señores, los nobles, a su vez se ligaban a través de las relaciones de vasallaje a otros señores, o a otros caballeros.
Los privilegios que por ser parte de la nobleza, eran otorgados son muy numerosos. Algunos de los más importantes son la exención tributaria, o la competencia judicial en todo su territorio. La nobleza acumula beneficios gracias a las tierras que explota: los campesinos que las trabajan viven en agrupaciones, municipios. El dueño de las tierras, el noble, es el encargado de administrar justicia en todo el señorío.

El Clero:
Es el otro grupo privilegiado. La gran diferencia con la nobleza, es que a él no se accede directamente por nacimiento. Teóricamente, el clero existe para asegurar la salvación de las personas. Son personas que dedican su vida a la religión, representando a Dios en la Tierra.
No obstante el estamento eclesiástico también tiene su jerarquía interna. Aunque no se pertenece por nacimiento a este estamento, una persona del estado llano, era improbable que llegase a formar parte del alto clero, por ejemplo.
El Clero es divisible en Clero Regular, y Clero Secular: El Clero regular es el correspondiente al sacerdocio, obispos, etc. Dan liturgias, confiesan, etc. Y el clero regular, es el que se dedica a la vida contemplativa, en comunidad. Son los monjes que se afincan en monasterios y abadías.
Dentro del Clero secular, se encuentra el Alto y el Bajo Clero. El Alto clero, corresponde por lo general a personas de ascendencia noble, que tras pagar las dotes oportunas, acceden a un alto cargo eclesiástico. El Bajo Clero está formado por las demás personas que acceden a la Iglesia, de estamentos no privilegiados.

El Estado Llano:
Son el estamento no privilegiado. Son el conjunto de laicos libres que no pertenecen a la reducida categoría caballeresca, y en cuyo trabajo descansa el orden económico del feudalismo. Son llamados también los “laboratores”.
La mayor parte de este grupo está formado por los campesinos, que trabajan la tierra de los señores feudales, como siervos de este. No tienen ningún privilegio, y desde que nacen, están bajo el poder del señor de la tierra.
Dentro del campesinado también existe diferenciación. Desde el jornalero o yuntero, que poco más que sus brazos o una yunta posee, hasta el pequeño propietario, que con el tiempo, excepcionalmente podría librarse de las relaciones feudovasalláticas que se le imponen.

EL PROGRESIVO FIN DEL FEUDALISMO:
Desde el siglo XIII, una serie de factores, ocasionan que una clase social emergente, la burguesía, vaya poco a poco desintegrando las bases de la rigidez estructural de la sociedad estamental. Es un proceso extremadamente lento, y la sociedad seguirá siendo estamental hasta varios siglos después, pero no obstante el comienzo corresponde a este momento.
Junto a esa clase social, sin privilegios, pero con cierta libertad y poder económico, se fragua la ciudad, como nueva realidad, frente al señorío. El comercio, los gremios, la burguesía, el fortalecimiento real, la unidad nacional o la administración estatal, son fenómenos que forman parte de la nueva realidad, y que conforman este paulatino decaimiento del feudalismo.

La religión en la Edad Media
El cristianismo
El Cristianismo se había convertido en la religión oficial del Imperio Romano en el siglo IV y había empezado a extenderse entre las tribus germánicas antes de la caída de Roma. La división del Imperio Romano en dos, el de Oriente y el de Occidente, resultó también en una partición en el seno de la Iglesia Cristiana. La parte occidental, centrada en Roma, se convirtió en católica; la parte oriental, centrada en Constantinopla, se convirtió en ortodoxa. En el siglo VII surgió en Arabia el Islam, una de las grandes religiones del mundo.
La expansión del cristianismo entre los bárbaros constituyó una poderosa fuerza civilizadora y ayudó a asegurar que algunos vestigios de la ley romana y del latín continuaran en Francia, Italia, España y Portugal. Sólo en Inglaterra el cristianismo romano sucumbió ante las creencias paganas. Los francos se convirtieron al catolicismo durante el reinado de Clovis y, a partir de entonces, expandieron el cristianismo entre los germanos del otro lado del Rin. Por su parte, los bizantinos extendieron el cristianismo ortodoxo entre los búlgaros y los eslavos.
El cristianismo fue llevado a Irlanda por San Patricio a principios del siglo V, y desde allí se extendió a Escocia, desde donde regresó a Inglaterra por la zona norte. A finales del siglo VI, el Papa Gregorio el Grande envió misioneros a Inglaterra desde el sur. En el transcurso de un siglo, Inglaterra volvió a ser cristiana.

EL EJÉRCITO EN LA EDAD MEDIA
En comparación con los grandes ejércitos nacionales de épocas más modernas, la organización de los ejércitos feudales era sencilla. Hasta finales de la Edad Media no hubo regimientos, divisiones o cuerpos permanentes que es cuando los estados empiezan a adquirir un sentido y una complejidad mayor que en la Edad Media.

Antes de hablar del ejército habría que entender el concepto de vasallaje y la relación que existía entre el vasallo y su señor, dentro del ejército el Señor podía convocar al vasallo para que se uniera a las filas para una batalla, normalmente tenía en el ejército a caballeros que eran personas que se dedicaban a la guerra y que estaban preparados para ello pero también a una serie de personajes como campesinos, ganaderos, etc para ser arqueros o simplemente servir de infantería además hay que añadir la existencia y la importancia de los mercenarios por no hablar de la importancia de ingenieros y la artillería de asedio que era normalmente contratados por los señores feudales. Había poca formación en estrategias debido a que había escasa provisión de personal para apoyar a los mandos y transmitir órdenes. Un ejemplo podría ser con Carlos VII de Francia en 1439 creó las Compañías Reales de Ordenanza. Estas compañías estaban formadas por caballeros o por soldados de infantería, y eran pagadas con el dinero de los impuestos. Cada compañía tenía una dotación establecida de hombres pero ésto es un ejemplo de lo que iba a suceder en la Edad Moderna.

Un problema del ejército medieval era los suministros debido a que vivían de los suministros que tenían cuando ocupaban una tierra, factor negativo para los campesinos y que éste tema podría suponer el levantamiento de un asedio y los que asedían se quedaban sin suministros al igual que el problema del agua potable y de la salubridad debido a que en los pillajes que hacían llevaban consigo animales y unida a la falta de higiene producía que las enfermedades se transmitieran de una manera más rápida por lo que conllevaría a la reducción del número de soldados y a las deserciones.

Sobre las estrategias militares podríamos decir que se solía hacer la separación infanteria, arqueros caballería y que una vez mandados y luchando era raro las ocasiones en los que se reorganizaban y volvían lo que solía pasar era que los reforzaban con más soldados o se retiraban. Fuera de la batalla se solía atacar la tierra ya que era la estructura que daba vida y alimentación a la zona sitiada o al enemigo por lo que los daños aumentaban después de la batalla pero a medida que va avanzando la Edad Media empieza a haber un cambio y aumentan las ciudades por lo cual sus defensas así como los castillos como zonas no sólo de carácter defensivo pues su objetivo era proteger y vigilar las tierras cercanas sino también administrativo por lo cual conquistar un castillo conllevaba a la conquista de las tierras cercanas y era un éxito durante la guerra.

Durante la batalla los caballeros intentaban buscar a sus rivales para una lucha individual pero podría ocurrir que aplastarán a sus aliados en el camino como por ejemplo a los arqueros ésto debemos entenderlo debido a que los caballeros normalmente eran nobles y el honor era una concepción mucho más compleja pero cuando va avanzando la Edad Media empieza a aumentar la luchas por el salario que por el honor del mismo modo que los caballeros discriminaban a los arqueros pues muchos procedían del campo. Normalmente la caballería servia para desetabilizar al ejército enemigo con la carga y luego otro grupo lograba penetrar y provocar la huida del ejército contrario lo que facilitaría la victoria a la vez que las filas de arqueros que ayudarían a eliminar a infantería y caballería enemiga. Los arqueros jugarán un papel decisivo debido a que pueden desestabilizar a un ejército antes de que lleguen a la lucha más tarde serán los ballesteros que utilizarán un arma para la época casi demoníaca (en Italia se intentó ilegalizar por el Papa) debido a que era capaz de penetrar en la armadura del caballero, en Inglaterra llegó a tener mucha importancia. La infantería jugaría un papel secundario y ayudaría a la caballería para eliminar a las tropas enemigas una vez desestabilizado la defensa del enemigo.

Un último detalle es la aparición de la pólvora inventada ya por los chinos en el siglo XI, en Europa hacia 1340, se utilizaban balas de cañón de plomo, hierro y piedra pero era un invento y un tipo de arma excesivamente complejo para la época y muy poco extendida, los cañones se utilizaban para derribar murallas durante los asedios y para disparar contra las filas enemigas en el campo de batalla. Su capacidad para derribar paredes verticales dio lugar a modificaciones en la construcción de los castillos. Los altos muros en vertical fueron reemplazados por murallas inclinadas de menor altura. En este periodo, la utilidad de los cañones en el campo de batalla era muy limitada por ser su manejo tan laborioso y tan difícil su traslado a otras posiciones durante la acción.

Un detalle a destacar es sobre la formación de las órdenes de caballería en el contexto de las Cruzadas ya sea en Tierra Santa o en Al-Andalus La primera de estas órdenes fue la de los Caballeros del Templo o Templarios, fundada en 1108 para proteger el Santo Sepulcro en Jerusalén. Los templarios llevaban una capa o vestido blanco con una cruz roja y juraban los mismos votos que los monjes benedictinos: pobreza, castidad y obediencia. Otro ejemplo son los

La Orden de los Caballeros de San Juan de Jerusalén o Caballeros Hospitalarios, se creó para atender a los peregrinos enfermos y necesitados que visitaban el Santo sepulcro. Al poco tiempo se convirtió en una orden militar. Sus miembros vestían una capa roja con una cruz blanca y también tomaban los votos benedictinos. Los Hospitalarios se impusieron normas muy rígidas y no permitían la riqueza ni la indolencia entre sus miembros.

Por último otro aspecto a destacar es en lo referido a la Héraldica, utilizados para poder distinguir a los caballeros en el campo de batalla en el cual se creó un sistema de insignias o blasones llamado heráldica. Consistía en el diseño de un blasón para que cada noble lo estampara en su escudo, abrigo, banderas y sello.

El vestido o capa decorado con la insignia de un caballero recibió el nombre de abrigo de armas, y este término pasó a denominar a la insignia en sí. Una organización independiente llamada Colegio de Heraldos diseñaba las insignias individuales, asegurándose de que cada una de ellas fuese única en su especie. Los heraldos grababan las insignias en libros especiales que quedaban bajo su cuidado.

Los abrigos de armas se pasaban de generación en generación, modificándose con los enlaces matrimoniales. En el campo de batalla los combatientes utilizaban los abrigos de armas para distinguir a los amigos de los enemigos y para elegir a contrincantes valiosos en una refriega. Los heraldos realizaban listas de los caballeros que iban a entrar en batalla basándose en sus blasones. Los heraldos eran considerados neutrales y actuaban como intermediarios entre dos ejércitos. De ese modo, podían pasar mensajes entre los defensores de un castillo o de una ciudad y sus sitiadores.

Las cruzadas
Introducción

En el Concilio de Clermont, en 1095, el Papa Urbano II hizo un llamado a los cristianos de Europa para que respondan a un urgente pedido de ayuda de los cristianos de Bizancio, en el Este. Los musulmanes amenazaban conquistar el resto del Imperio Romano para Alá. La amenaza era real; la mayor parte del Oriente Medio, incluyendo la Tierra Santa que había recorrido Cristo, ya había sido conquistada. Así comenzó la era de las Cruzadas, tomado de la palabra latina crux, o cruz.
Dedicados a salvar al cristianismo, los cruzados dejaron atrás sus familias y sus trabajos para adoptar la causa. Hubo seis Cruzadas, entre 1095 y 1270. Pero el espíritu cruzado continuaría por siglos, hasta que el islamismo dejó de ser una amenaza para Europa.
El islamismo había surgido repentinamente de la nada para convertirse en una amenaza para todo el Imperio Cristiano y, si bien había demostrado alguna moderación en su trato de los cristianos conquistados, el islamismo impuso una discriminación económica y religiosa contra los que controlaba, convirtiendo a los judíos y a los cristianos en ciudadanos de segunda. Un suceso que podría haber detonado la Cruzada inicial, en 1095, fue la destrucción del Santo Sepulcro por el califa fatimida Al Hakem. De hecho, muchos cristianos de ese tiempo creían que Al Hakem era el Anticristo.

Las causas
El islamismo había explotado en el mapa al conquistar territorios que habían sido principalmente cristianos. Las ciudades de Antioquía, Alejandría y Cartago habían sido centros de pensamiento cristiano y de investigación teológica durante siglos, antes de ser tomados por ejércitos musulmanes en su jihad para extender el islamismo por todo el mundo. Comenzando en 1095 y siguiendo por más de cuatrocientos años.
Nuestra motivación para la Cruzada en 1095 fue el pedido de ayuda hecho por el emperador de Bizancio, Alexius I. Gran parte del Imperio Bizantino había sido conquistado por los turcos selyuquíes, y Constantinopla, la más importante ciudad cristiana del mundo, también estaba siendo amenazada. El Papa Urbano sabía que los sacrificios involucrados en el llamado a luchar contra los turcos necesitaban más que simplemente acudir en rescate del cristianismo oriental. Para motivar a sus seguidores agregó una nueva meta: liberar a Jerusalén y el lugar de nacimiento de Cristo.
En el nivel personal, el Papa agregó la posibilidad de la remisión de pecados. Dado que el concepto del juramento del peregrino estaba muy extendido en la Europa medieval, los cruzados --nobles y campesinos por igual-- juraron llegar al Santo Sepulcro a cambio del perdón de la iglesia de los pecados que habían cometido. La iglesia también prometió proteger las propiedades que dejaban atrás los nobles durante su viaje al este.
El Papa tuvo poco control sobre ella una vez comenzada. Los cruzados prometieron a Dios, y no al Papa, completar la tarea. Una vez en camino, el ejército cruzado era mantenido unido por "obligaciones feudales, lazos familiares, amistad o temor".

Los resultados
El 29 de mayo de 1453, la ciudad de Constantinopla cayó ante el sultán otomano Mehmed II. Con esto, el Imperio Romano, de 2206 años de antigüedad, llegó a su fin, y la mayor iglesia cristiana del mundo, Hagia Sophia, fue convertida en una mezquita. Algunos sostienen que este desastre fue el resultado directo de los esfuerzos mal orientados de los cruzados, y que todo lo positivo que podrían haber logrado fue fugaz.
El espíritu cruzado duró cientos de años, y el reino latino que se creó en 1098, durante la primera cruzada, duró casi 200 años. Jerusalén permaneció en manos europeas ochenta y ocho años, un período mayor que la supervivencia de muchas naciones modernas.
La presencia de un reino latino en Palestina actuó como una zona de amortiguación entre el Imperio Bizantino y los poderes musulmanes, y también motivó a los líderes musulmanes a centrar su atención en la defensa antes que en la ofensiva, al menos por un período de tiempo.
Psicológicamente, las Cruzadas produjeron una cultura de caballería basada en gestas tanto legendarias como reales de los gobernantes europeos. Los reyes cruzados Ricardo Corazón de León y Luis IX fueron admirados aun por sus enemigos como hombres de integridad y valor. Ambos se veían actuando en nombre de Dios en su intento de librar a Jerusalén de la opresión musulmana. Durante siglos, los gobernantes europeos consideraron a los reyes cruzados como modelos de cómo integrar el cristianismo con las obligaciones de la caballería.
Las Cruzadas protegieron temporalmente a algunos cristianos de tener que vivir bajo el gobierno musulmán como ciudadanos de segunda. Llamado dhimmi, el código legal imponía la superioridad de los musulmanes y humillaba a todos quienes se rehusaban a renunciar a otras creencias religiosas.

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