martes, 23 de marzo de 2010

Manifestaciones Religiosas en la Edad Media

Manifestaciones Religiosas en la Edad Media

Los monasterios

Durante los disturbios de la Edad Oscura, unos cuantos cristianos fuertemente comprometidos se retiraron de la sociedad para vivir como ermitaños, normalmente en el salvaje e inhóspito límite de la civilización. Los ermitaños, a su vez, inspiraron a los clérigos más convencionales a realizar votos de pobreza y de servicio como respuesta a las enseñanzas de Jesucristo.
Muchos de estos clérigos formaron nuevas comunidades de religiosos afines que recibieron el nombre de monasterios. El Papa Gregorio alentó la construcción de monasterios por toda la Europa cristiana. En algunas zonas de Europa, pronto se convirtieron en los únicos reductos del saber. Hay quien opina, por ejemplo, que los monjes irlandeses preservaron la civilización en sus monasterios. Los monjes irlandeses se desplazaron a otras zonas europeas para enseñar y revivir el interés por el saber. Los monasterios eran la principal fuente de hombres instruidos capaces de ayudar en la administración del gobierno, por lo que muchos adquirieron importancia como asistentes y consejeros reales.

Peregrinación en la Edad Media.

La palabra peregrino viene del latín Peregrinus que significa literalmente extranjero, es decir una persona que se halla en tierra extraña y descontextualizado de su tierra, costumbres y lengua.
Existieron tres destinos principales para los peregrinos: Jerusalén, Roma y Compostela, pero hubo otros muchos lugares que serán visitados también, normalmente ligados a la existencia de reliquias.
A Roma conducía una de las tres principales vías de peregrinación medieval, sus peregrinos eran llamados romeros, nombre que se ha popularizado en las fiestas religiosas que tiene que ver con advocaciones marianas que se producen en algunos lugares de España.
La principal ruta de acceso a Roma fue la Vía Francígena que arrancaba desde Canterbury y atravesaba de noroeste a sureste Francia y Suiza, para penetrar en Italia por los Alpes, también diversos caminos secundarios permitían el acceso a la Vía Francígena desde otros puntos de Europa. También existieron caminos alternativos para llegar al lugar de entierro del sucesor de Cristo en la Tierra.
Los peregrinos a Jerusalén eran denominados palmeros, puesto que los que lograban regresar, lo hacían con palmas.
Las peregrinaciones a Jerusalén y Tierra Santa ya existían desde la Antigüedad tardía y ni siquiera la conquista musulmana las había conseguido eliminar. Tal era el influjo y prestigio de estas tierras donde habían vivido los personajes sagrados del Nuevo Testamento y donde Cristo murió para salvación de la humanidad.

Rutas del Camino de Santiago

VÍAS O RUTAS CREADAS EN TORNO A LA PEREGRINACIÓN JACOBEA

*Fuente.

La información ha sido extraída del Liber peregrinationis ( es un texto asombroso que nos conduce a las peregrinaciones del siglo XVII con gran realismo. Constituye además el Libro V del Liber Sancti Iacobi o Códex Calixtinus, obra del siglo XII atribuida al Papa Calixto II. Alberga un conjunto de materiales que fueron redactándose en diversas épocas y de forma independiente).

*Itinerarios.

Cuatro son los itinerarios que conducen hacia Santiago y que en Puente la Reina, en España, confluyen en uno solo. Serían los siguientes:

a) Por Saint-Gilles, Montpellier, Tolosa y Somport.
b) Por Santa María del Puy, Santa Fe de Conques y San Pedro de Moissac.
c) Por Santa maría Magdalena de Vézelay, San Leonardo de Limoges y la ciudad de Pérogueux.
d) Por San Martín de Tours, San Hilario de Poitiers, San Juan d´Angély, San Eutropio de Saintes y la ciudad de Burdeos.

La ruta de Santa Fe, la de San Leonardo de Limoges y la de San Martín de Tours se juntan en Ostabat y pasado el Port de Cize se unen en Puente la Reina a la ruta que pasa por Somport, formando desde allí un solo camino hacia Santiago.

*Jornadas o etapas del Camino de Santiago.

Desde el Somport a Puente la Reina hay tres cortas etapas:

La primera va de Borce, una villa situada al pie del Somport en la vertiente de Gascuña, hasta Jaca.
La segunda va de Jaca a Monreal.
La tercera de Monreal a Puente la Reina.

Por otro lado, de Port de Cize hasta Santiago hay 13 etapas:

La primera va de la villa de Saint-Michel, situada en la falda del Port de Cize en la vertiente de Gascuña, hasta Viscarret, es una etapa pequeña.
La segunda va de Viscarret a Pamplona, es una etapa pequeña.
La tercera va de la ciudad de Pamplona hasta Estella.
La cuarta va de Estella hasta la ciudad de Nájera, claro está, a caballo.
La quinta va de Nájera hasta la ciudad llamada Burgos, igualmente a caballo.
La sexta va de Burgos a Frómista.
La séptima, de Frómista a Sahagún.
La octava va de Sahagún a la ciudad de León.
La novena, de León a Rabanal.
La décima, de Rabanal a Villafranca, en la embocadura del valle del río Valcarce, pasado el puerto del monte Irago.
La undécima, de Villafranca a Triacastela, pasado el puerto del monte Cebrero.
La duodécima, de Triacastela a Palas de Rey.
La decimotercera de Palas de Rey a Santiago, y es también moderada.

*Principales localidades visitadas durante la peregrinación.

De Somport a Puente la Reina: Borce, el Hospital de Santa Cristina, Canfranc, Jaca, Osturit, Tiermas, Monreal y, finalmente, Puente la Reina.
En cambio, en el Camino de Santiago desde Port de Gize hasta la basílica del santo encontramos: Cize, villa de Saint-Michel, el Hospital de Roldán, la villa de Roncesvalles, Viscarret, Larrasoaña, Pamplona, Puente la Reina, Estella, Los Arcos, Logroño, Villarroya, Nájera, Santo Domingo, Redecilla, Belorado, Villafranca-Montes de Oca, Atapuerca, la ciudad de Burgos, Tardajos, Hornillos, Castrojeriz, el puente de Itero, Frómista y Carrión, Sahagún, Mansilla, León, Órbigo, Astorga, Rabanal, el puerto del monte Irago, Molinaseca, Ponferrada, Cacabelos, Villafranca, Villaus, el puerto de Cebrero, Linares de Rey, Triacastela, San Miguel, Barbadelo, Puertomarín, Sala de la Reina, Palas de Rey, Lebureiro, Santiago de Boente, Castañeda, Vilanova, Ferreiros y Compostela.

Esta enumeración puede servir a todo peregrino para llevar consigo los gastos necesarios para el viaje.

Apostol Santiago

El Apóstol Santiago El Grande

Entorno al Apóstol Santiago existen muchas versiones e interpretaciones de su legendaria vida, y son difícilmente diferenciables unas de otras, así como diferenciar las verdaderas, de las que son producto de imaginación y tergiversación popular. Primeramente, el apóstol Santiago es conocido también como Santiago Zebedeo (se dice que es hijo de Jacob, y hermano de Juan Evangelista). En las escrituras, aparece por vez primera cuando es llamado por el Señor mientras reparaba unas redes en el lago Tiberiades.

La historia sobre la biografía del apóstol que puede darse como oficial (aunque no necesariamente verdadera), cuenta que el apóstol, tras su predicación por Judea y Samaria, llegando hasta la desembocadura del río Ulla. A su regreso a Palestina, fue condenado a muerte por Herodes Agripa I (Rey de Judea), en 44 d.C. Fue decapitado, y cuenta la leyenda que su cabeza no cayó al suelo, sino a sus manos, de las cuáles no pudo separarse. Se le introdujo en el sarcófago, pero antes de su entierro, fue trasladado clandestinamente por sus discípulos, el cuál de manera bastante épica, llegó por mar hasta el puerto de Iria Flavia, capital de la Galicia Romana. Allí se le enterró junto a un altar sobre el arca de mármol que llevaba su identificación inscrita. Parece que su sepulcro y veneración se olvidaron hasta la llegada del eremita Pelayo, el cual en el año 813, habría encontrado el sepulcro, avisando de su encuentro al Obispo Teodomiro. Éste avisaría a su vez, al Rey Alfonso II sobre el descubrimiento, el cuál nombraría a Santiago patrón del reino (hoy, la tradición ha continuado, y Santiago es el Patrón de España).

Desde su hallazgo y construcción de un santuario en su sepulcro (hoy, la catedral de Santiago de Compostela), las contantes de sucesos divinos, milagros, apariciones, etc., hicieron del apóstol, un reclamo, que al principio, sirvió a los guerreros para infundir valor para la batalla. A través de estas avenencias, y más a raíz de la legendaria aparición estelar de un caballo blanco que llevaría Santiago y que habría ayudado en una de las primeras batallas de la Reconquista contra los árabes, el Apóstol Santiago se convertiría en el símbolo y patrón de la Reconquista de las tierras de la Península. Además, comenzará a atraer la atención del pueblo cristiano de toda Europa, convirtiéndose en un importante centro de peregrinación desde su descubrimiento y cuyo caudal de peregrinos no ha hecho más que aumentar a lo largo de los siglos.